Samira Makhmalbaf tiene 18 años, es iraní y su ópera prima, "La
pomme" (La manzana) cosechó gran cantidad de elogios en la última
edición del Festival de Cannes. Los diarios franceses tenían un doble
motivo de asombro: la calidad del film y el hecho de que la directora
fuera casi una adolescente y la más joven seleccionada en los cincuenta y
un años de vida que lleva el Festival.
Cierto es que a Samira, la pasión por el cine le viene en los genes.
Hija del realizador Mohsen Makhmalbaf, a los ocho años ya había actuado
en un film de su padre y a los quince abandonó el colegio para hacer
cursos en una escuela privada de cinematografía.
Talento, evidentemente no le falta: su primer largometraje fue
elegido para la sección oficial no competitiva "Un certain regard", en
el Festival de Cannes y se estrenó comercialmente en París.
"La pomme" parte de una historia real. "Tuve la idea de hacer este
film a partir del caso presentado en un noticiero de televisión -contó
Samira-. Allí se explicaba cómo un hombre había secuestrado dentro de su
casa a sus dos hijas gemelas, que entonces tenían once años, desde el
mismo momento del nacimiento. ¡Las niñas ni siquiera sabían hablar!" El
caso había tomado estado público en Teherán cuando los vecinos de esa
familia se decidieron a denunciar el caso ante las autoridades. A Samira
la devoró una idea: quería hablar con el padre de esas niñas y
preguntarle por qué las tenía encerradas. La respuesta que recibió fue
difícil de encasillar: "Porque respeto las reglas de la sociedad iraní
-le dijo el hombre-. Mis hijas son como flores. No puedo exponerlas al
sol porque se marchitarían".
Ante esa explicación, todo intento de dividir la historia entre
buenos y malos se volvía una simplificación demasiado grosera. A Samira
no se le escapó que en esa complejidad de relaciones y personajes había
un film en cierne. Al cabo de largas horas de conversación, terminó
convenciendo a esa familia para realizar una película en la que cada uno
hiciera de sí mismo y que cabalgara entre el documental y la ficción.
No hay comentarios:
Publicar un comentario