viernes, 26 de octubre de 2012

A las cinco de la tarde




  las cinco de la tarde. Panj é asr

El titulo hace referencia al poema de Federico García Lorca «Llanto por Ignacio Sánchez Mejías»
2003. Irán, Francia. 105 min.
Dirección. Samira Makhmalbaf
Guión: Samira Makhmalbaf, Mohsen Makhmalbaf
Fotografía: Ebrahim Ghafori
Música: Mohammad Reza Darvishi
Montaje: Mohsen Makhmalbaf
Intérpretes: Agheleh Rezaie (Nogreh), Abdolgani Yousefrazi (Padre), Razi Mohebi (Poeta), Marzieh Amiri (Cuñada)
Sinopsis: Tras la caída del régimen talibán en Afganistán, se reabrieron las escuelas para las mujeres. Una de ellas, Nogreh es una joven que vive en el Kabul post-bélico. Debe ocultarle a su padre que asiste a la escuela, lugar en donde manifestará su sueño de ser presidenta.
Inicia la película con la odisea cotidiana de Nogreh, joven que alterna la diaria búsqueda de agua y alimentos con la asistencia oculta a una escuela laica, con el trasfondo de varios aspectos ligados a las problemáticas de Medio Oriente (el machismo, el fundamentalismo, la extrema pobreza, la censura). Hija de un fanático que lamenta la pérdida de valores en la sociedad post talibán (traslada su precaria vivienda para evitar oír música), Nogreh desea un cambio en su país, un cambio que no sólo permita la democracia si no que permita la igualdad entre sexos e, incluso, la oportunidad de que una mujer alcance la presidencia del país. Pero Nogreh, y todas las mujeres de Afganistán, lo tienen difícil. Antes y después del paréntesis escolar, Nogreh debe esforzarse en conseguir sustento para su padre, su cuñada y para el agónico bebé de ésta. Nogreh, soñando despierta en un Kabul directamente emparentado con el Berlín de Germannia, anno cero, ayuda a los numerosos refugiados que regresan de Pakistán a la espera de mejores oportunidades y que chocan nuevamente con la miserable realidad. Será uno de ellos, el "poeta" (cuyos hermanos han sido simbólicamente asesinados por las diversas potencias en liza) quien, admirador de su fuerza y su vehemencia, entablará amistad con ella y la acompañará en su deseo utópico de prepararse para la presidencia. Será este mismo poeta quien hará explícita referencia, aun sin saber de qué trata, al «Llanto por la muerte de Sánchez Mejías» y, específicamente, a los versos que citan la nefasta hora de las cinco de la tarde, momento de la muerte del torero e instante en que Nogreh debe diariamente enfrentarse a la cruda realidad de la lucha por la supervivencia.
  Pero la vida es implacable, especialmente en Afganistán. No hay espacio para los sueños ni para las esperanzas. Ocultando la muerte del hijo a las mujeres, incapaz de enfrentarse a la nueva realidad y a los (escasos) cambios sociales, el padre arrastrará la fracturada familia en una huída hacia Kandahar, una fuga hacia ninguna parte. Arrastrando más tras de sí que junto a ellos el caballo y el carro con sus últimas posesiones, el cuarteto avanza por el desierto. Las mujeres seguirán buscando sustento, «bajo el sol de las cinco de la tarde», en una atmósfera de muerte.




«Godard dice que el cine se inventó para mostrar la realidad pero se ha convertido en un entretenimiento. En esta película, he intentado hacer cualquier cosa que no fuera ni entretener ni juzgar. Respecto a esto, esta película es similar a La manzana.
He intentado entender tanto al padre, que es partidario de los talibanes y su cultura, como a la chica, que está en contra de esta manera de pensar. Elegí a personajes normales y corrientes y cogí detalles de sus vidas. Muchos diálogos surgieron en la búsqueda de actores y localizaciones, de lo que oía a la gente en la calle y los mercados, y decidí incluirlos en la película.
En contraste con los que simplifican los temas realmente complejos, yo no buscaba ni culpar a los talibanes por todos los problemas del país, ni reflejar un país feliz, que disfrutaba de la prosperidad tras la invasión de Rambo.
La película pretende entender y mostrar el misterio de la recesión de la región y la guerra camuflada que existe entre las dos generaciones, al igual que las diferencias que existen entre hombres y mujeres. Con respecto a la realidad de Afganistán, considero que esta película es realista. Pero el cine también es poesía, y no solo porque uno de mis personajes sea un poeta en la película.
Antes de hacer el montaje definitivo aparecía mucho más el poema de Lorca, pero lo manipulé de tal manera que no pareciera Lorca. Pablo Neruda escribió que ningún poema pertenece a su autor sino que cada uno de los lectores es el autor del poema que está leyendo. El poeta de la película es también el personaje que, del texto de un poema de Lorca escrito a la muerte de un torero español, crea una elegía a la muerte de una vaca. El cree que la esencia de la poesía reside en la naturaleza, y como la naturaleza es consciente, una oveja como parte de esa naturaleza puede entender un poema escrito a la muerte de una vaca. Sin embargo, en el montaje final, se utiliza el poema de una forma más alusiva.
Al principio pensé titular la película Conversación entre un poeta y una chica, sobre todo por la parte en la que el poeta dice, 'Cuando alguien tiene miedo de hablar en público pero tiene que hacerlo, como todos los jefes de estado deben hacer, probablemente empiece leyendo poemas dedicados a vacas; de esa manera se puede permitir decir cosas estúpidas sin tener miedo de su audiencia'.
A la vez, la forma en la que el poema insiste en la parte del día en la que se encuentra, la repetición de 'a las cinco de la tarde' es algo muy misterioso para mí. Algo que previene de caer al nivel de la prosa».
 



Fragmento de La pizarra



Samira Makhmalbaf nació el 15 de febrero de 1977 en Teheran, Irán. Es hija del cineasta Mahsen Makhmalbaf y de la guionista  Marziyeh y hermana de la cineasta Hana Makhmalbaf y del productor Maysam Makhmalbaf. Cuando tenía 8 años participó en la película de su padre The Cyclist. Entre 1994 y 1997 realizó sus estudios de cine en una escuela privada donde hizo dos cortos: Desert y Painting Schools (documental).
En 1997, trabajó como ayudante de dirección en The Silence y dirigió su primera película Sib (La manzana), siendo la realizadora más joven en competir jamás en el Festival de Cannes de 1998, que ganó numerosos premios en festivales internacionales.
En 2000 dirigió las películas Takhté siah, La pizarra y Panj é asr (A las cinco de la tarde, 2003), ambas ganadoras del Premio del Jurado en el Festival de Cannes. Posteriormente ha dirigido una de las historias incluidas en la película coral 11 de septiembre, (11’09’’01-September 11, 2002) y Asbe du-pa / Two-Legged Horse, El caballo de dos patas (2008), que es su cuarto largometraje.
El apellido Makhmalbaf está, indiscutiblemente, ligado al cine. El patriarca de la familia, Mohsen, ha sido reconocido, internacionalmente, como uno de los mejores directores de cine iraníes. Mohsen comenzó a dirigir en 1983, pocos años después de la revolución iraní. Desde entonces, ha rodado una veintena de títulos -entre otros, Kandahar, El silencio o Gabbeh, y ha fundado una escuela de cine en Teherán, bautizada con su apellido. 

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