La noruega Gro H. Brundtland (Oslo, 1939) y la paquistaní Malala Yousafzai (Mingora, 1997) viven separadas por miles de kilómetros y por culturas totalmente diferentes. Pero las une su defensa de los derechos humanos, algo que les ha llevado a sufrir la feroz oposición de algunos sectores de sus conciudadanos. Brundtland era el primer objetivo deAnders Breivik que asesinó a 76 jóvenes cuando participaban en un campamento de verano en la isla de Utoya en julio de 2011. No consiguió su objetivo de acabar con la entonces primera ministra por un problema de horarios con los trenes. La historia de la joven de 15 años Yousafzai es más dura. En el objetivo de los talibanes desde que comenzó a defender el derecho básico de las niñas a la educación, en octubre del año pasado, un grupo armado subió al autobús que la llevaba desde el colegio a su casa, y, tras pedirle que se identificara, le dispararon hiriéndole gravemente en el cráneo y el cuello. Desde hoy, las dos mujeres están unidas por el Premio Internacional Catalunya 2013 que concede la Generalitat que reconoce a personas que han contribuido a desarrollar los valores culturales, científicos o humanos del mundo.
En la galería gótica del Palau de la Generalitat, el presidente Artur Mas y el presidente delegado del Premio, Xavier Rubert de Ventós, anunciaron la concesión de las premiadas en atención a “su determinación y coraje en la defensa de los derechos humanos”. En cuando a Brundtland, que fue primera ministra de Noruega en tres ocasiones, y exdirectora de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el jurado ha destacado sus “contribuciones importantísimas al mundo de la salud y del medio ambiente”. Mientras que de la joven Yousafzai, el jurado ha valorado que “se haya jugado la vida por promover el derecho a la educación de las niñas donde estaba fuertemente combatido”. Su resistencia, lucha y valentía la ha convertido, según la revista Time, en una de las 100 personas más influyentes del mundo.
El galardón, creado en 1989 por la Generalitat y dotado con 80.000 euros y una escultura realizada por Antoni Tàpies, ha distinguido en anteriores ediciones a personalidades como el expresidente de Brasil Lula da Silva, el escritor y político checo Václav Havel, la activista birmana Aung San Suu Kyi, el escritor Haruki Murakami, el ensayista Harold Bloom y el oceanógrafo Jacques-Yves Cousteau. Mas no ha desaprovechado el anuncio para asegurar que el premio es “una plataforma y un aparador que da visibilidad a Cataluña y su proceso”. El próximo 26 de julio se entregará el galardón en una ceremonia en el Palau de la Generalitat a la que han confirmado que asistirán.
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